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03 Eternamente prohibido

10/12/13




Capitulo 5.


Después de aquel devastador orgasmo que tuvieron los dos juntos se quedaron dormidos, bajo el hechizo protector y secreto que había lanzado Semyazza sobre la cabaña por eso no había querido que ella saliera. Porque mientras se recuperaba había visto crecer el miedo dentro de ella, ya no podía negarse mas el hecho de que ella también le amaba, que le amó en secreto cuando los dos estaban en el cielo, pero se había dejado llevar por la zorra sucubo de Naamah y de la lujuria y había sido castigado por ello, junto con su hermana Azazel, se preguntaba qué había sido de ella, los dos se salvaron de Raguel.

# En el pasado, millones de años atrás, en el cielo #
Estaba en el salón de la casita de Azazel, paseándome arriba y abajo de esta indeciso en si decirle a ella lo que sentía por uno de nuestros hermanos, tenia miedo de su reacción pero Azazel me entendía eramos hermanos pero los dos estábamos bien unidos por nuestro trabajo, somos los Grigori, estábamos atados por eso tenia que entender que Lorael últimamente llenaba mi mente.

Siempre que paseaba con Azazel y nos cruzábamos con Lorael, él sonreía con cierta timidez mirándome, pero luego dejaba de sonreír y apartaba la mirada rápidamente. Cuando siempre pasaba lo mismo intuí que sentía algo por mi y que no quería ser pillado y castigado.

Pocas veces se acercaba a nosotros con curiosidad para observar mas allá de todas las nubes. Al principio se quedaba a mi lado, pero al poco rato iba hacia el lado de Azazel con miedo de ser descubierto. Ninguno de los tres decía nada, era como si a Azazel no le importara, no le molestaba su presencia porque siempre estaba sin decir nada y sabia que eso a ella le gustaba. Su silencio y su presencia siempre eran bien recibidos.

Pronto comencé a sentirme atraído por él y su luz, su tímida mirada y sonrisa y el miedo a ser descubierto por amar a otro ángel y sentir cosas por él que estaban prohibidas.
Así que allí estaba yo, dando vueltas, después de mucho tiempo, amando en secreto a otro hermano, intentando que no se me notara el miedo pero si su nerviosismo, pensaba que eso era mejor.

- Hermano, deja de dar vueltas, me estas mareando - se quejó ella sentada en el sofá - Vas a decirme qué ocurre o te lo tengo que sacar a golpes? - me giré hacia ella que tenia una ceja alzada y los brazos cruzados.

Negué con la cabeza y me senté a su lado suspirando y cerrando los ojos sin decir palabra. Me acurruqué a su lado cerrando los ojos y notando que comenzaba a acariciar mi cabello dorado.

- Sé lo que te hace sufrir pero tienes que ser fuerte, sabes lo que pasará así que no te voy a repetir lo que ya sabes.- ella suspiro y me dejo un beso en la frente. - simplemente espera.


# En el presente, de regreso a la cabaña #

Después de un tiempo cambió y se llevo a la caída a dos cientos ángeles, con ellos su hermana Azazel, ignoro a Lorael para no hacerle mas daño y fueron castigados.
Semyazza se despertó de madrugada, salió del camastro y se asomó por la ventana mirando las estrellas. Sentía una leve presencia al otro lado, no quería que los encontraran así que tenían que moverse pronto hacia otro lugar. Se irían en cuanto estuviera seguro que podían moverse, no necesitaban de comida así que no tendrían mas problemas de lo debido. 







Capitulo 6.


Cuando Lorael se despertó pasadas unas horas, Semyazza le dijo que tenían que irse de la cabaña hacia otro lugar si no querían que los encontraran tan pronto. Ella estuvo de acuerdo salieron cerca del alba cuando notaron que la presencia se había alejado bien.

Semyazza pensaba que tal vez la buscaban a ella, Azazel no podía ser porque conocía bien su presencia, quería ir a buscarla pero no quería dejar ir a Lorael ahora que podían disfrutar juntos, pero a la vez la estaba poniendo en demasiado peligro.

Caminaron dirección Este, alejándose lo mas posible del mar y del cráter que habían formado ya que ella le había dicho que también se había "dejado caer" y que también formó un buen agujero. Iban tomados de la mano sin decir nada, no tenían que hacerlo, estaban pendientes de los ruidos que habían para que no los encontraran con la guardia baja, pero de momento no encontraron nada.

A media tarde se encontraron con un poblado, cambiaron sus ropajes y entraron en él para pasar desapercibidos, aunque eran extranjeros pocos se fijaron en ellos. Buscaron una cabaña vacía de gente y se quedaron en una que parecía vieja y que no la habitaba nadie del poblado.
Intentarían pasar unos días allí y luego volverían a moverse.


# Roma. Muchos años mas tarde  #

- Vamos Marco! Te pesa el culo - dijo entre risas corriendo por la calle soleada, niños se unieron a ella riéndose divertidos.
Marco rió entre dientes negando con la cabeza, había tenido suerte y no lo habían ido a buscar para unirse al ejercito romano. Era un buen profesor de latín con su ayudante con los niños, esa era su Lorabella.

Habían viajado por todo Italia, siendo los mejores profesores, ayudaban a todo tipo de niños, a los que tenían dinero y a los que no. Nadie les prestaba mucha atención a su aspecto, nadie preguntaba porque no envejecían. Pagaban los impuestos por el edificio en donde vivían y en donde también daban sus clases.
Hace años que eran Marco y Lorabella los profesores de latín, matemáticas, pintura todo lo que necesitaran.
Ahora corrían hacia una casa donde se exponían unas pinturas de Boticelli. Los niños los adoraban y no tenían problemas con nadie. Hacia tiempo que nadie los buscaba ya, aunque Lorabella había bajado la guardia, él no lo podía hacer, seguía protegiéndola y amándola cada día mas.

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